«LA INDOLENCIA ESPAÑOLA Y EL V CENTENARIO», una tribuna de Benito Caetano

«LA INDOLENCIA ESPAÑOLA Y EL V CENTENARIO», una tribuna de Benito Caetano
abril 8, 2019 civiliter

(Publicada en Diario de Sevilla el 19 de marzo de 2019)

 

LA INDOLENCIA ESPAÑOLA Y EL V CENTENARIO

por Benito Caetano, periodista, Coordinador de la Iniciativa Ciudadana Sevilla 2019-2022

 

La expedición de la primera vuelta al mundo entre 1519 y 1522 fue de la corona de España, cierto; pero la conmemoración entre 2019 y 2022, hoy por hoy, será también portuguesa y, ya si acaso pero poco, española.

Es la ventaja que la vida da a quienes llevan trabajando más tiempo y más seriamente en un proyecto conmemorativo, al que han puesto sus propios límites y del que tienen clara la intención.

No voy a entrar ni en el dictamen historicista de la Real Academia de la Historia ni en la campaña contra Sánchez, sino en la crónica de los hechos relevantes para una conmemoración que debería tener un alcance global y que se nos ha ido de las manos, que tendrá una escasa importancia, por indolentes.

Desde que en 2008 el Manifiesto Sevilla 2019-2022 comenzó a movilizar a las instituciones y a la sociedad civil para esta conmemoración, proponiendo una nueva manera de hacer las cosas, participativa y rentable para todo el mundo, para toda la ciudadanía en su horizontalidad, y no solo para la gloria rutinaria de las administraciones, sólo el Ayuntamiento de Sevilla se comprometió con la efeméride y con la propuesta: se levantó un monumento simbólico de la red mundial de ciudades en la Plaza de Cuba, se hizo un llamamiento a la ciudadanía a través de la portada de la Feria, se celebró una conferencia participativa abierta… y se hizo otro montón de cosas.

Numerosas entidades se sumaron a trabajar colectivamente ante una expectativa brillante y prometedora: colegios profesionales, organizaciones de la sociedad civil, fundaciones, universidades, personas a titulo personal… Y cambió de color el Ayuntamiento y, como si la historia fuera hecha según la conveniencia de cada cual, todo cayó en el vacío.

En 2011 un real decreto electoralista, no sólo porque se hizo a pocos días de comenzar la campaña electoral de las generales de aquel año sino porque ni siquiera se mencionaba a Sevilla en su preámbulo, centrándose todo en la demarcación electoral de Manuel Chaves, en Cádiz, creaba una comisión nacional sin contenido, sin presupuesto y sin plan económico alguno.

En aquella fechas ya era Zoido el alcalde de Sevilla, que trató por consenso cambiar el dicho preámbulo para hacerlo coherente con la historia, pero que a la misma vez, cuando se le preguntaba por la comisión creada por Chaves, contestaba que él nada haría, que estaba a la espera de la decisión de su gobierno. Y la decisión de su gobierno llegó y la comisión se anuló y santas pascuas.

Entonces empezó a tomar cuerpo la Red Mundial de la primera vuelta al mundo, que con el tiempo haría protagonista del hecho por defecto a Portugal, que fue haciendo sin prisas pero sin pausas sus papeles, frente a la inactividad de la parte española. De hecho, con la llegada de Espadas al Ayuntamiento, se cedió a ese país la presidencia de la Red y, en ese periodo, se fraguaron, allí, las líneas de la conmemoración.

No fue sino hasta la XXIX Cumbre Hispano-Lusa, en mayo de 2017, cuando España, en la cara del mismo Rajoy, se dio de bruces contra la realidad portuguesa y sus avances. Inmediatamente, allí mismo, según tengo entendido, se encomendó a la vicepresidencia del gobierno una operación de urgencia y ésta respondió creando en junio una nueva comisión nacional, cuyo real decreto no se publico hasta el mes siguiente, cuya constitución tuvo lugar -¿para qué las prisas?- en noviembre de ese mismo año 2017 y su primera sesión ordinaria, de trabajo, en febrero de 2018.

Hasta hoy, un año después. El cómputo de horas de trabajo dedicadas por las instituciones españolas a lo largo de todo este tiempo para preparar mundialmente, para reivindicar lo reivindicable, para programar lo programable respecto de la conmemoración de un acontecimiento como la primera vuelta al mundo, puede buscarse siendo realistas en sólo un año. Desde 2011, con todos los gobiernos y todos los colores. El movimiento de la sociedad civil, con la riqueza de sus reflexiones y sus planteamientos, ni que decirlo, cayendo en el olvido en un país tremendamente institucionalista y poco dado a la participación real.

Y ahora parece que lo único que queda es discutir sobre la nada, arrimando cada uno los argumentos que cree tener a su favor y olvidando los demás, en favor o en contra de tal o cual candidato.

La pelea inútil de siempre y cada vez peor. En vez de apretar los dineros y los trabajos, dedicándose a lo realmente importante que es celebrar universalmente un viaje que rompió la concepción del mundo de la época y que fue el principio de lo que ahora entendemos por globalización, cambiando las cosas para el futuro.

La historia es la historia, el mundo de hoy es el de hoy y el futuro sólo se construye construyéndolo.

Desde luego nunca lamentándose de cómo lo construyen otros.

 

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